Según los relatos de Guillermo de Newburgh, en Melrose Escocia a mediados de 1138 existió un sacerdote que, antes de convertirse en vampiro, adoraba los excesos y las cacerías con perros.
Entonces, los pobladores lo llamaron: Hunderprest, o el “cura perro” (o cazador). Como vampiro se dedicó a atormentar a los ciudadanos de Melrose hasta que estos, cansados del abuso, decidieron darle caza y lo expulsaron de este mundo mediante un hachazo en la cabeza y una pira funeraria.